La iglesia, el lugar en donde deben estar los cristianos.

…Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos. (Hechos 2:47)

Claramente este versículo dice que es Dios quien añadía a las personas a la comunidad de la iglesia. La iglesia era el plan de Dios desde antes de la fundación del mundo. No era solo una idea nueva o temporal que respondía a la necesidad del momento. No solo porque eran tiempos nuevos y difíciles es que debían estar juntos, sino principalmente porque los cristianos deben estar juntos. No es algo optativo para una iglesia ser una comunidad, es algo que está en su esencia. La iglesia es en sí una comunidad.

La iglesia está llamada a manifestar la unidad. Ser un reflejo de la unidad que existe en Dios.

Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. (Juan 17:21)

Ser una comunidad de cristianos es fundamental para expresar la unidad. La unidad es algo importante en el Reino de Dios. Hay unidad en la Trinidad, hay unidad en el Reino de Dios, hay unidad en el cielo y la iglesia expresa acá en la tierra ese aspecto fundamental de Dios y de su Reino: la unidad.
Por lo tanto la unidad en el Cuerpo de Cristo debe ser para nosotros una prioridad. Existe sólo un Cuerpo de Cristo, universal y cada una de las comunidades locales deben esforzarse por manifestar esa unidad. (Ver Efesios 4:3-6).

No solo debemos ser unidos, también debemos tener un mismo sentir.

Amados hermanos, les ruego por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo que vivan en armonía los unos con los otros. Que no haya divisiones en la iglesia. Por el contrario, sean todos de un mismo parecer, unidos en pensamiento y propósito. (1a de Corintios 1:10).

Aquí esta la visión, misión y propósito aquí de la iglesia aquí en la tierra:

El Gran Mandamiento.
Jesús contestó: —“Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Éste es el primer mandamiento y el más importante. Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. (Mateo 22:37-39)

La Gran Comisión.
Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos». (Mateo 28:18-20)

La iglesia sigue siendo el medio a través del cual Dios hace su obra en el mundo.

El ejemplo más claro de esto es que Él mismo Señor creó una comunidad: sus apóstoles.
Si bien es cierto hubieron muchos que siguieron a Jesús, solo 12 conformaron esta primera comunidad. Y ellos son un buen ejemplo de lo que la iglesia sería más adelante: Una comunidad donde la cabeza era el Señor. Personas llamadas de distintas realidades. Llamadas a estar con el Señor. Pero también llamadas a vivir y a servir juntas.
Porque si acudían al llamado de Jesús de seguirle y de estar con Él (Marcos 3:13-14) necesariamente también iban a tener que estar con los demás, no solo con Jesús. Esa es una de las cuestiones que los cristianos de hoy no entienden: estar con Jesús significa estar con la iglesia. No se puede estar solo con Jesús, porque Jesús está acompañado de sus discípulos, de sus seguidores

La iglesia no es cuestión de gustos o un pasatiempo. Es una idea de Dios.
Hoy en día los cristianos han creído erróneamente que pueden prescindir de la iglesia en sus vidas. ¿Por qué? Porque piensan que no les aporta. Porque ven a la iglesia como algo que está bien mientras sume a mi vida. Esa es una manera muy humana y egoísta de ver las cosas. Pero Jesús dijo: “abandonen su manera egoísta de vivir” (Mateo 16:24). Es un mandato claro de que el que quiere seguir a Jesús debe estar dispuesto a hacer cambios en su vida.
“No me gusta la iglesia”, “no me suma nada”, “en lugar de recibir tengo que dar”, son todos pensamientos que tienen los cristianos hoy en día. Incluso algunos dicen “no tengo problemas con Dios, tengo problemas con la iglesia”. Es casi como si la iglesia tuviera lepra. Nadie quiere ser relacionado con ella. ¡Que triste!
Jesús durante tres años enseñó a sus discípulos a vivir juntos, a compartir, a vivir momentos buenos y malos, pero siempre estando juntos.

La labor de Satanás en este punto.
Debo reconocer que el diablo ha hecho un muy buen trabajo en este punto para dividir el pensamiento de los cristianos respecto a este asunto. Y es que los cristianos han llegado a creer que se puede ser un discípulo de Jesús sin ser un siervo de Dios en la iglesia. Han divorciado una relación que no se puede separar. No se puede separar el ser un discipulo de Cristo o un hijo de Dios de ser un miembro de su Cuerpo.

Necesitamos una comunidad para que Jesús se manifieste (Mateo 18:20) y para que el mundo crea (Juan 17:21)

Las palabras de Jesús más evidentes de la necesidad de una iglesia y que además describen de la forma más sencilla a una comunidad cristiana son:

Pues donde se reúnen dos o tres en mi nombre, yo estoy allí entre ellos. (Mateo 18:20).

En este versículo hay tres elementos que resaltan:

  1. La presencia de Jesús. (Que es lo que todo cristiano notaría primero que todo).
  2. El número de personas. (Solo dos o tres, no es un gran numero pero constituye una comunidad, pequeña, pero comunidad al fin y al cabo).
  3. El acto de reunirse.

No es el número ni la presencia del Señor donde se pone el acento en este versículo, pero sí se pone en el acto de reunirse.
Se puede interpretar entonces que la condición sine qua non para la manifestación de la presencia del Señor es una comunidad de creyentes.

Como conclusión, Dios añade a los nuevos creyentes a la iglesia, porque la iglesia es el lugar propio de cada cristiano. Uno encuentra peces en el mar, ve aves en el cielo, leones y elefantes en la sabana. Sería raro ver a un hipopótamo en el ártico o a un oso polar en la jungla. Diríamos que están fuera de su ambiente. Bueno, ¿dónde se encuentran los cristianos? En la iglesia, en la comunidad cristiana. Si un cristiano no es conocido como una “persona de iglesia” debiera replantearse su cristianismo. “Es propio del cristiano haber sido añadido a la iglesia”.

Pastor David Soto Oliva.

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