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La Palabra de Dios nos enseña que como cristianos gozamos del privilegio de tener al Espíritu Santo dentro de nosotros. Esto significa que Dios mismo vive dentro de nuestras vidas. Y no existe nada más poderoso que el Espíritu Santo. 

Además tenemos el Nombre de Jesús. Él nos ha autorizado para usar Su poderoso Nombre, eso significa que Él nos ha dado autoridad. 

Cuando los setenta y dos discípulos regresaron, le informaron llenos de alegría: —¡Señor, hasta los demonios nos obedecen cuando usamos tu nombre! —Sí —les dijo —. Vi a Satanás caer del cielo como un rayo. Miren, les he dado autoridad sobre todos los poderes del enemigo; pueden caminar entre serpientes y escorpiones y aplastarlos. Nada les hará daño. Pero no se alegren de que los espíritus malignos los obedezcan; alégrense porque sus nombres están escritos en el cielo.

LUCAS 10:17-20

Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos.

MATEO 28:18-20

Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio. Pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo.

1a DE JUAN 3:8

A. Esto nos enseña: 

1. Jesús tiene toda autoridad y con ella nos ha enviado. 
2. El diablo no tiene autoridad sobre nosotros. Aunque no es lo principal por lo que tenemos que gozarnos. Nuestro gozo debe venir de haber sido salvados. 
3. Podemos ir con la autoridad de Jesús y transformar las vidas de las personas con Su Palabra. “Hagan discipulos”.
4. La iglesia tiene el potencial de transformar las vidas de las personas y ayudar a las familias a ser ganadas para el Señor. El cristiano tiene el potencial de ganar el mundo para Cristo. Si nos comprometemos en ello estaremos en camino de transformar el mundo para Cristo. 

B. ¿Podemos creer que esto es posible?

Jesús vino a deshacer las obras de Satanás. No existe nada que el el Señor no pueda cambiar en las vidas de las personas. 

Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre. Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre. Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi nombre, ¡y yo la haré!

JUAN 14:12-14

—¿Cómo que “si puedo”? —preguntó Jesús —. Todo es posible si uno cree.

MARCOS 9:23

Corran la piedra a un lado» —les dijo Jesús. Pero Marta, la hermana del muerto, protestó: —Señor, hace cuatro días que murió. Debe de haber un olor espantoso. Jesús respondió: —¿No te dije que, si crees, verás la gloria de Dios?

JUAN 11:39-40

C. Para ello se necesita un trabajo serio y constante. 

Así que Pablo se quedó allí un año y medio enseñando la palabra de Dios.

HEBREOS 18:11

Después Bernabé siguió hasta Tarso para buscar a Saulo. Cuando lo encontró, lo llevó de regreso a Antioquía. Los dos se quedaron allí con la iglesia durante todo un año, enseñando a grandes multitudes. (Fue en Antioquía donde, por primera vez, a los creyentes los llamaron «cristianos»).

HECHOS 11:25-26

Entonces Judas y Silas, ambos profetas, hablaron largo y tendido con los creyentes para animarlos y fortalecerlos en su fe. Se quedaron allí un tiempo, y luego los creyentes los enviaron de regreso a la iglesia de Jerusalén con una bendición de paz. Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía. Ellos y muchos otros enseñaban y predicaban la palabra del Señor en esa ciudad.

HECHOS 15:32-35

¡Escucha, Israel! El SEÑOR es nuestro Dios, solamente el SEÑOR. Ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio. Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad.

DEUTERONOMIO 6:4-9

Mientras más profundizamos en la enseñanza de la Palabra de Dios y en nuestra práctica de ella más profundo es el cambio, más irreversible es el cambio que Jesús hace en nuestras vidas.

“Nadie es excelente en lo que no practica”, mientras más practiquemos las enseñanzas de la Biblia mejores cristianos seremos. 

A veces las iglesias y los cristianos se rinden o aminoran el trabajo conformes con el fruto que han alcanzado. En lugar de eso, debemos continuar creyendo al Señor y seguir trabajando con mayor fidelidad hasta ver nuestra vida cambiada, nuestras familias cambiadas, nuestra ciudad o país.