¿Quién es el más importante en la iglesia?

Mateo 18:1-6

Esta interrogante también la tuvieron los discípulos de Cristo. Seguramente en sus corazones estaba la idea de que para Jesús existía una clase de persona o un nivel espiritual que se podría alcanzar que les pondría en un lugar de preeminencia en el Reino de Dios.

Al parecer era una inquietud recurrente entre ellos. Recordemos la vez en que Juan y Jacobo le pidieron a su madre que intercediera por ellos para que Jesús les diera un “alto cargo” en el Reino de Dios (Mateo 20:20-21). Para ser justos no son preguntas que sólo los discípulos se hicieron. Es también la interrogante y la lucha que hasta el día de hoy podemos ver en la iglesia: ¿Quién es el más importante? Creo que es una pregunta relevante y me alegra mucho que Jesús la respondiera. Sin embargo, seguramente la respuesta no fue lo que ellos esperaban.

Si hoy nos hacemos la misma pregunta en nuestras iglesias las respuestas serían variadas, pero estoy seguro que girarían en torno a la utilidad y la autoridad. Diríamos cosas como que el pastor es el más importante, porque es quien ostenta mayor autoridad. O tal vez diríamos que la iglesia en su conjunto, porque sin un rebaño un pastor es sólo un hombre, es su rebaño lo que lo hace un pastor. Quizás diríamos que el más importante es el fundador de la congregación o quién ha destinado mayores recursos, o quien sirve a los demás. Pero estoy seguro que la respuesta no sería la misma respuesta de Jesús.

Prestemos mucha atención a qué es lo que hace Jesús cuando los discípulos preguntan sobre quién es el más importante ¡Jesús llamó a un niño pequeño y lo puso en medio de ellos! Sí, a un niño. Para muchos esta acción de Jesús es sencillamente algo simbólico, es decir, el Señor estaba poniendo a este niño como un ejemplo de cuál debía ser la actitud de todos para entrar al reino de Dios. Hasta ahí todo bien. Sin embargo Cristo llamó a este niño pequeño no sólo para ilustrar una necesidad, la necesidad de recibir el Reino de Dios como un niño, sino también para mostrar una realidad: “En el Reino de Dios los más importantes son los niños”.

¡Jesús llamó a un niño pequeño y lo puso en medio de ellos!

La enseñanza es tan obvia. Tomemos los siguientes aspectos como evidencia de esto:

A Jesús le preguntan ¿Quién es el más importante? Jesús no sólo les dice “sean como un niño”. Sino que efectivamente puso a un niño delante de ellos. Me hubiese gustado ver la cara de los discípulos cuando Jesús, efectivamente, trae a un niño y lo pone frente a ellos. ¿Asombro, desilusión, confusión? ¿Qué sintieron los discípulos? La pregunta era importante y la respuesta era un niño. Ellos conocían a los niños, sabían cómo eran. Bastaba con que Jesús les dijera “Sean como niños”, no era necesario traer a uno. Recordemos que para los mismos discípulos los niños, en ocasiones, representaban una distracción y una molestia (Mateo 19:13) y ahora estaba Jesús poniendo un niño frente a ellos para responder a la pregunta que quién era el más importante. Esto nos introduce a la verdad de que este a este pequeño que Jesús usó no fue sólo una ilustración sino también una revelación para los discípulos.

Luego de poner como ejemplo la actitud de los niños, el Señor continúa refiriéndose al niño que tenían en frente, pero ahora como ejemplo de otra realidad: quien recibe a un niño en el nombre de Jesús es como si recibiera a Jesús mismo. Hasta ahí queda la ilustración de que debemos ser como niños. Ya esa no es una ilustración, es un llamado a considerar importantes a los niños. ¿Cómo recibimos a un siervo de Dios que nos visita en la iglesia? Como se merece un siervo, porque es un enviado por Dios. Pero, ¿cómo recibimos a un niño? ¿qué importancia le damos a un niño en la congregación? ¿Les consideramos, respetamos, amamos?

Y por último encontramos una de las advertencias más severas que podemos encontrar en la Biblia. Y es tan claro que esto ya no forma parte de la ilustración inicial, de la respuesta que fue motivada por la pregunta de los discípulos. Es evidente que, una vez más, Jesús estaba respondiendo más allá de la primera interrogante. Esta es la terrible advertencia: si hacen que uno de estos pequeños que confía en mí caiga en pecado, sería mejor para ustedes que se aten una gran piedra de molino alrededor del cuello y se ahoguen en las profundidades del mar. No quiero poner las palabras en los labios del Señor, es sólo una impresión mía, pero parece que el texto nos da la idea potente de que quien daña a un niño pequeño mejor le sería la muerte.

En otras palabras ante la pregunta que quién es el más importante en el Reino de Dios la respuesta es sencilla: los niños. En nuestras iglesias los más importantes deben ser los niños. Y esta no es una conclusión apresurada de leer Mateo 18. Es el la idea que atraviesa toda la Biblia. Desde que Dios creó a Adán y Eva para formar a una familia teniendo hijos y llenando la tierra, pasando por las constantes amonestaciones de Dios a Israel para que enseñara Su Palabra a los niños y les transmitiera el testimonio y las terribles consecuencias que enfrentaron porque olvidaron esta importante tarea y por ello surgieron generaciones que no conocían a Dios, hasta llegar al tiempo de la venida de Cristo. Dios quería plasmar tan profundamente en nuestros corazones que los niños deben ser importantes para nosotros que hasta Su Hijo nació como uno de nosotros y fue un niños como nosotros.

La infancia es fundamental en la iglesia y a menos que lo entendamos y actuemos a tiempo, si no cuidamos a los niños mañana no habrá iglesia. Las iglesias que hoy no se preocupen de formar a las nuevas generaciones verán cerradas sus puertas en el futuro, porque de la misma manera que una familia sin hijos no puede esperar descendencia, también una iglesia sin niños no puede esperar futuro.

Así que sí, es verdad, los niños, adolescentes y jóvenes son lo más importante en la iglesia.

Los hijos son un regalo del SEÑOR; son una recompensa de su parte. Los hijos que le nacen a un hombre joven son como flechas en manos de un guerrero. ¡Qué feliz es el hombre que tiene su aljaba llena de ellos! No pasará vergüenza cuando enfrente a sus acusadores en las puertas de la ciudad.

Salmo 127:3-5

Somos una iglesia feliz porque Dios nos ha dado niños y niñas, adolescentes y jóvenes para llenar nuestra aljaba.

Pastor David Soto Oliva

Una respuesta a «¿Quién es el más importante en la iglesia?»

  1. ¡Amén!
    Qué buen post! Muy acertado.
    Estamos felices de que en nuestra iglesia, hayan niños, niñas, adolescentes y jóvenes… Tenemos un gran responsabilidad como padres y maestros en la iglesia de niños.
    Dios bendiga a nuestros niños, jóvenes y adolescentes ❤️

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